 
				     			    Harold Robbins, “Memorias de otro día”
Convertir los problemas en tareas a llevar a cabo, conectar con ellas y perderles el miedo, es lo que habitualmente hacemos bajo el paragüas de lo que denominamos “capacidad de resolver problemas”.
A diferencia de una pericia técnica con la que somos expertos en una materia, hace referencia a una actitud con la que afrontar situaciones de naturaleza personal, interpersonal o relativa al trabajo. Nuestra actitud ante los problemas determina en gran medida cómo nos aproximamos a ellos, cómo los observamos y el poder que les damos. A nadie le gusta enfrentarse a los problemas, por lo que en ocasiones los posponemos una y otra vez, esperando tiempos mejores. A veces, incluso, hacemos como que ya no los vemos.
Y cuanto más fingimos que no existe el problema y posponemos afrontarlo, más crece el monstruo y corremos el riesgo de que nos aplaste. Por eso la primero regla del solucionador de problemas es “mata el monstruo cuando es pequeño”.
Dilatar la conversación con nuestro “tema pendiente”, cada uno con el suyo propio, favorece la aparición en escena de un mal consejero: el estrés. Como consecuencia, nuestra actitud se hace pequeña y le da la espalda a la reflexión y al afrontar problemas. Justo lo contrario que le sucedía al personaje de Harold Robbbins.
En tiempo de Teletrabajo, la propia auto-organización y la eficiencia de cada uno (relación tiempo y esfuerzo ), están totalmente influidas por nuestra manera de afrontar el estrés y nuestra actitud hacia los problemas. Cada vez que dilatamos afrontarlos, conectar con ellos, analizarlos, crece el estrés, que es el alimento para el monstruo.
Se trata, pues, de una competencia transversal, útil en los distintos ámbitos de trabajo además de en la vida privada. Cada uno de nosotros está sometido continuamente a prueba en nuestro día a día; y la calidad de nuestra vida depende del modo en que afrontemos los problemas que encontramos en nuestro camino, de nuestra capacidad de transformarlos, como hace el padre de Robbins en la cita, en tareas a realizar.